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El Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), un ejemplo de integración bursatil

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El Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), un ejemplo de integración bursatil

Explora la visualización para conocer cómo se fueron integrando las bolsas de ciertos países de la región y los beneficios que ello trae en términos de volumen negociado.

Colombia.
Lima.
Santiago.
México.
Sao Paulo.
Buenos Aires.

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U$S millones
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Los países de América Latina y el Caribe sufren de crónicos problemas de subdesarrollo financiero, ya que sus mercados bancarios y de capitales son pequeños, incompletos y poco profundos. El Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), que reúne a la Bolsa de Comercio de Santiago, la Bolsa de Valores de Colombia, la Bolsa de Valores de Lima y la Bolsa de Valores Mexicana, entró en operación en 2011. El MILA facilita que los inversores de esos países puedan comprar y vender acciones de esas plazas a través de intermediarios locales y empleando sus propias monedas. Esta iniciativa ayudará a profundizar los mercados bursátiles de la región y a reducir la vulnerabilidad ante escenarios de crisis financiera.

El Mercado Integrado Latinoamericano (MILA) ha resultado del acuerdo firmado en 2009 entre la Bolsa de Comercio de Santiago,  la Bolsa de Valores de Colombia y la Bolsa de Valores de Lima. Con su creación se dio inicio a un proceso de integración de un mercado regional para la negociación de títulos de renta variable de los tres países. El MILA entró en operación el 30 de mayo de 2011. A partir de entonces los inversores de Chile, Colombia y Perú pueden comprar y vender acciones de las tres plazas bursátiles a través de un intermediario local usando las monedas propias de cada país.

En diciembre de 2014 se sumó al acuerdo original la Bolsa Mexicana de Valores, con lo cual el MILA finalmente quedó integrado por los cuatro países que forman parte de la Alianza del Pacífico. Tal como se observa en la visualización que acompaña al presente texto, tras la última incorporación son casi 800 las empresas cuyas acciones cotizan en el mercado unificado, más del doble de las que están listadas en la Bolsa de San Pablo. En tanto, el nivel de capitalización bursátil del MILA alcanza casi 1 billón de dólares, superando también a la Bolsa de San Pablo, y alcanzando la mitad del tamaño del TMX, el mercado de valores de Toronto.

¿Por qué es importante la integración de los mercados bursátiles en la región?

Todos los países de América Latina y el Caribe se encuentran sujetos a inconvenientes característicos del subdesarrollo financiero: sus mercados bancarios y de capitales son pequeños, incompletos y poco profundos. Ello trae aparejado consecuencias negativas tanto sobre la asignación como sobre la acumulación de capital y, consecuentemente, sobre el crecimiento económico. El desarrollo de un mercado de capitales integrado contribuye a la expansión de la actividad bursátil en la región, lo cual se espera que se traduzca en: ganancias de eficiencia (menores costos de transacción) en los respectivos mercados de valores; incremento de la liquidez; una mejor y mayor exposición de esos mercados ante inversores locales y extranjero; una creciente oferta de productos y oportunidades para dichos inversores; un mejor aprovechamiento de la complementariedad existente entre las bolsas y; vía la diversificación de opciones para invertir, una diversificación del riesgo que se traduce inmediatamente en menor vulnerabilidad de las economías ante escenarios de crisis financiera.

Esta iniciativa de integración bursátil transnacional, cuyo desarrollo institucional fue apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a través de sus mecanismos de cooperación técnica regional, se materializa sin fusiones o integraciones corporativas, a la vez que cada mercado mantiene su independencia y autonomía regulatoria. Los intermediarios están sometidos a las normas locales de supervisión y control, mientras que el intercambio supranacional se apoya en memorandos de entendimiento y protocolos para intercambio de información, consultas y obtención y remisión de pruebas.

4 Bolsas integradas: Colombia, Lima, México y Santiago de Chile
A fines del 2014
US$ 939 Miles de Millones es el nivel de capitalización
A fines de 2014
791 Empresas listadas
A fines del 2014

Si bien los volúmenes transados por ahora son relativamente bajos, esto se debe al enfoque gradual adoptado para lanzar el proceso. En este sentido, ya existen propuestas para ampliar la cartera de operaciones del MILA (por ejemplo, incorporando ofertas públicas primarias para renta variable), a la vez que se intenta avanzar hacia modelos de supervisión integrados, la armonización de los sistemas de compensación y liquidación, la estandarización de reglas de negociación y la convergencia en el tratamiento tributario de las operaciones.

Los potenciales beneficios de este tipo de procesos son muy elevados y las áreas para promover la integración financiera en el continente van más allá del ámbito de los mercados de valores, como lo ejemplifica el caso del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR), formado por ocho países de la región[1] y orientado a amortiguar los problemas de balanza de pagos de las naciones miembro mediante la concesión de préstamos de corto y largo plazo.

La profundización de las iniciativas existentes y el desarrollo de nuevos mecanismos en esta materia son elementos esenciales para que la región haga progresos en materia de desarrollo financiero, condición esencial para potenciar los procesos de inversión e innovación en América Latina y el Caribe.

La integración bursátil, es otro de los ejes fundamentales que debe afrontar la región para fortalecer su integración económica. Se suma así a los esfuerzos ya realizados para fortalecer vínculos financieros dentro del espacio regional, como los flujos de inversión extranjera directa[2] e iniciativas institucionales tales como los mecanismos de pago en moneda local[3]. Todos estos elementos no solo sirven para incrementar el financiamiento al comercio, sino para apuntalar nuevas tendencias en crecimiento que ya se observan dentro de la región, como las multilatinas[4], en tanto y en cuanto el mayor ahorro interno sirve para incrementar los fondos disponibles para su actividad y, de esta manera, contribuir a las tareas de seguir agregando valor a las exportaciones[5].

 


 

[1] Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

[2] Véase visualización “Sube y Baja”.

[3] Véase “Países de América Latina exploran alternativas para impulsar el comercio en monedas locales” en INTAL Carta Mensual Nº153. BID-INTAL: Buenos Aires, abril 2009.

[4] Véase visualización “Exportando Multilatinas

[5] Véase visualizaciones “Servicios Manufactureros” y “Sumando Valor

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