Las multilatinas -empresas latinoamericanas con inversiones directas en terceros países- tienen una presencia creciente en la economía global. Hay 114 países del mundo donde al menos una multilatina está instalada. Los principales países de origen de las multilatinas son Brasil, México, Chile y Argentina y en años recientes Colombia y Perú se sumaron activamente a esta tendencia. Si bien los avances han sido importantes, queda pendiente el desafío de que estas empresas se consoliden como jugadores globales y generen mayores eslabonamientos y derrames sobre sus países de origen.
La presencia de las multilatinas en la economía global es cada vez mayor. ¿Qué son las multilatinas? Se trata de empresas latinoamericanas que tienen inversiones directas en terceros países, un fenómeno en auge y de interés tanto para los negocios como para la investigación académica, que busca encontrar sus causas e impactos sobre las economías de la región.
En la actualidad las multilatinas tienen presencia en más de 114 países del mundo, desarrollados o emergentes. El fenómeno es nuevo en su dimensión, pero sus orígenes se remontan a fines del siglo XIX, cuando un puñado de firmas argentinas -como Alpargatas o Bunge y Born- realizó inversiones productivas en países vecinos. En la década de 1960 y 1970, algunas empresas de Argentina, Brasil, Colombia, México y Venezuela desplegaron actividades de inversión en América Latina en el marco de los procesos de sustitución de importaciones. En la mayoría de los casos, el objetivo era eludir los aranceles proteccionistas vigentes en los mercados locales.
Bajo el escenario de la globalización y las reformas estructurales en la región durante la década de 1990, muchas grandes empresas originarias de Argentina, Brasil, Chile, y México adoptaron estrategias de internacionalización más agresivas. El nuevo contexto global impone en una creciente cantidad de sectores la necesidad de internacionalización de las firmas para su propia supervivencia y expansión. Sin embargo, no sólo las grandes firmas realizaron operaciones de inversión extranjera directa (IED). También se formaron “multinacionales de bolsillo”, PyMEs que invirtieron en terceros países para explotar ciertos productos específicos, tecnologías o acceder a financiamiento y contactos con clientes, proveedores, universidades, consultores, etc. (por ejemplo, la firma tecnológica Globant en Argentina). Así, invertir en el exterior se convirtió en un camino ineludible para mejorar la posición competitiva de las empresas, ya que les permitió no sólo acceder a nuevos mercados, sino también a mejor conocimiento tecnológico, productivo y comercial.
La internacionalización de las multilatinas continuó progresando en el siglo XXI y Las empresas colombianas y peruanas se sumaron con fuerza a esta tendencia. Este proceso implicó para las firmas el desarrollo de nuevas capacidades de gestión productiva, tecnológica, de calidad, organizacional, comercial y financiera. Asimismo, las multilatinas debieron en ocasiones redefinir su cartera de negocios, concentrándose en las áreas con mayores capacidades competitivas, donde pueden defender mejor sus posiciones frente a sus competidores, tanto intra como extra-regionales.
El crecimiento en la región favoreció la expansión de las empresas latinoamericanas, que posiciones no solo en sus respectivos mercados internos, sino también en terceros países. En el nuevo escenario regional y global, las multilatinas tuvieron mejores condiciones de acceso al financiamiento internacional, lo cual favoreció su salida hacia el mundo, en busca principalmente de mercados y recursos, y en menor medida para ganar eficiencia global o adquirir activos estratégicos.
114 países con inversiones de multilatinas
Brasil, México, Argentina, Chile, Colombia y Perú son los principales orígenes de las multilatinas
U$S 32 mil millones de inversión en el exterior de América Latina en el 2013
La visualización central que acompaña el presente texto exhibe los 114 países en los que existepresencia directa, con instalaciones comerciales o productivas, de firmas originarias de América Latina. En el presente, las multilatinas están operando en todos los continentes: aunque sus negocios se concentran en América Latina, cuentan con inversiones importantes en Europa, América del Norte, Asia, África y Oceanía. Las empresas brasileñas lideran el ranking de diversificación geográfica de sus inversiones, con presencia en 94 países. Le siguen las multilatinas mexicanas (en 58 países), las argentinas (51), las chilenas (28), las colombianas (21) y las peruanas (19).
Si bien por problemas de registro, las cifras oficiales no siempre reflejan exactamente la verdadera dimensión de estos procesos, resultan de todos modos ilustrativas de su evolución. En 1990 la IED saliente de toda América Latina sumó poco más que US$ 1.300 millones. En 2010 esa cifra llegó a un récord de US$ 46.000 millones. Si bien se interrumpió la tendencia ascendente, en 2013 la región invirtió en el exterior por más de US$ 32.000 millones.
Pese a estos promisorios avances, son pocas las multilatinas que pueden considerarse como jugadores verdaderamente globales, tanto por limitaciones de tamaño como por la todavía insuficiente acumulación de capacidades internas para competir en las fronteras de sus respectivas industrias. A ello se suma que salvo en Brasil no hay políticas explícitas de apoyo a estas empresas en la región. Por otro lado, son escasos los ejemplos de multilatinas que operan en actividades intensivas en conocimiento, reflejando el patrón de especialización productiva predominante en la región. Finalmente, no siempre la internacionalización de las multilatinas genera derrames y encadenamientos sobre sus economías de origen, por ejemplo, sobre el desarrollo de proveedores. Ello requiere una agenda a futuro tanto para consolidar la presencia global de estas empresas como para mejorar sus impactos sobre sus respectivos países.
