Se estima que en los próximos años la cantidad de datos a nivel mundial crecerá a un ritmo anual promedio de 40%, impulsada por la mayor difusión de los dispositivos conectados a internet y el uso activo de las redes sociales. Ante el volumen y variedad de información que no puede ser procesada y examinada con herramientas tradicionales, el análisis de big data ofrece una herramienta con un enorme potencial para aumentar la productividad, pero su aprovechamiento también plantea importantes desafíos.
De la mano de la difusión de los dispositivos conectados a internet y el mayor uso de las redes sociales, la cantidad y variedad de datos generados globalmente crece de manera exponencial: en la actualidad hay conectados 18 mil millones de dispositivos y en el mundo hay casi un celular por persona. La cantidad de usuarios de Facebook a nivel mundial supera a la población de China y la de suscriptores de Whatsapp es casi similar a la suma de la población de la Unión Europea y Estados Unidos.
El concepto de big data se refiere a un enorme volumen de información de gran variedad cuyo análisis requiere mucha velocidad de respuesta, por lo cual no puede ser examinada mediante herramientas y procesos tradicionales, pues sería muy lento y costoso.
Las principales técnicas de análisis de big data se utilizan para recolectar y clasificar datos, fusionar e integrar información, identificar características comunes de datos diversos, extraer patrones de comportamiento, realizar predicciones, optimizar respuestas, etc. Se utilizan datos provenientes de fuentes muy diversas, como palabras utilizadas en búsquedas en internet, transacciones comerciales y financieras, movilidad de teléfonos celulares y automóviles, información climática y geológica, entre muchas.
Dado que muchas actividades no pueden realizarse sin técnicas de procesamiento avanzado de datos, el análisis de big data puede tener un impacto enorme sobre muchas actividades a través del aumento de la productividad derivada de mayor información para la toma de decisiones sobre segmentación de mercados, optimización de la producción, mejora en el manejo de inventarios, reducción en costos de logística, etc. Estimaciones para las empresas estadounidenses indican que la utilización de análisis de big data permite aumentar la productividad entre 5% y 6%.
Entre los sectores con mayor potencial para beneficiarse de big data se destacan información, servicios financieros y seguros, comercio y gobierno. De todas maneras, teniendo en cuenta la dotación de infraestructura tecnológica y capital humano, las actividades con mayor capacidad para aprovechar estas herramientas en el corto plazo son la industria manufacturera y la provisión de servicios públicos.
En términos del comercio internacional, el crecimiento desparejo de la productividad por la adopción a distinto ritmo de las técnicas de análisis de big data puede modificar las ventajas comparativas e impactar sobre la inserción internacional de los distintos países.
Si bien los países de América Latina y el Caribe han comenzado a utilizar estas herramientas, existen importantes desafíos derivados de la escasez de capital humano y activos físicos e intangibles especializados, la falta de conocimiento por parte del sector privado y los gobiernos y los elevados costos de acceso a la información. Estos elementos podrían limitar la competitividad de las empresas de la región frente a las de países desarrollados y otras economías emergentes.
