El mayor dinamismo de los países en desarrollo (PED) en la economía mundial, se refleja en un aumento significativo de su participación en el intercambio global. El comercio entre PED (Sur-Sur) se ha mas que triplicado en las últimas décadas, pasando de representar apenas un 7% del comercio mundial en 1990 a un 25% en el 2013. El ascenso de los flujos comerciales en dirección Sur-Sur se explica fundamentalmente por el desempeño de Asia Oriental, en particular por el continuo dinamismo de las exportaciones de China desde su ingreso a la OMC.
La estructura del comercio mundial ha cambiado sustancialmente en los últimos veinte años. Las exportaciones originadas en los países del sur han crecido a un ritmo mayor que las de los países del norte:[1] en 1995 las primeras representaban un cuarto del total mundial, en 2013 el ratio fue de 43%. Aunque recientemente algunos de los motores de las economías del sur han perdido fuerza, es improbable que esta tendencia se revierta completamente, ya que las economías avanzadas aún registran elementos de inestabilidad y tasas de crecimiento bajas.
En particular, el mayor crecimiento de las exportaciones del sur en las últimas dos décadas se observó en aquellas destinadas al sur. No solo se han expandido a mayor ritmo que el comercio mundial sino que también lo han hecho a tasas superiores que los envíos del sur al norte. Entre 2001 y 2013 las exportaciones sur – sur crecieron a una tasa promedio anual acumulativa (a.a.) de 15%, mientras que el comercio mundial lo hizo a 8% a.a. Así, a mediados de los noventa el comercio sur – sur representaba 10% del total mundial, mientras que las exportaciones del sur al norte eran 14%; y en 2013 los ratios eran de 25% y 17%, respectivamente. La participación del sur como destino de sus ventas externas creció casi 20 puntos porcentuales desde 1995, y alcanzó el 60% en 2013.
Asia es la región con mayor peso en el comercio sur –sur. En 2013, 88% de estos flujos se originaban en esa región; América Latina y el Caribe explican 8% y África 4%. En cuanto a la importancia del sur como destino de las exportaciones de cada región, en Asia, el sur representó en 2013 casi dos tercios de sus ventas externas totales –en su mayor parte destinadas a la propia región-, mientras que para el conjunto de países latinoamericanos y caribeños la participación es de 41%. Cabe aclarar que en este caso, el ratio está fuertemente influenciado por el peso de México, principal exportador de la región y cuyas ventas están destinas casi en su totalidad a Estados Unidos. Excluyéndolo, la participación de las exportaciones al sur de la región asciende a 57%.
A pesar de que América Latina y el Caribe representa una proporción menor del comercio sur – sur, las exportaciones de la región destinadas al sur han crecido a una tasa mayor que los envíos al norte (14% vs. 7% a.a., respectivamente, entre 2001 y 2013). En rigor, los mercados del sur han contribuido sustancialmente a la transformación estructural observada en las exportaciones latinoamericanas y han sido el principal impulsor del buen desempeño comercial de la región en los últimos años. El impulso provino de Asia, y en particular de China, que explica 45% del total de las exportaciones al sur de la región (el ratio era de 20% a mediados de los noventa). El comercio intrarregional representa otro 50% de los flujos sur –sur de América Latina y el Caribe.
Las exportaciones del sur representan 43% del total mundial. A mediados de los noventa el ratio era 25%.
El 60% de las exportaciones del sur se destinan al sur. Hace veinte años, esa ratio correspondía a los envíos al norte.
88% del comercio sur – sur se origina en Asia. América Latina y el Caribe explican 8%.
El incremento de la relevancia de Asia como destino de las exportaciones es más notable en los países de Sudamérica, donde la complementariedad con esa región es relativamente mayor. Las economías sudamericanas muestran los niveles más altos de participación de las exportaciones destinadas al sur en el total. Todos se encuentran por encima del promedio de la región, e incluso en algunos casos como Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay, el ratio es superior a la media de Asia. Centroamérica, el Caribe y México, cuyas exportaciones están más orientadas a Estados Unidos y Europa tienen menor participación de envíos a socios del sur.
La composición de las exportaciones sur – sur también varía según la región de América Latina y el Caribe que se observe. Más de la mitad de las ventas externas de México y Centroamérica destinadas al sur son manufacturas, mientras que en Sudamérica y el Caribe están mayormente compuestas por productos primarios y sus derivados, 60% y 75%, respectivamente. A su vez, si se diferencias las exportaciones al sur en el caso de Sudamérica en función de los destinos, se observa que los envíos a sus socios latinoamericanos presentan una mayor participación de manufacturas en comparación con los envíos a Asia[2] Esto ha ocurrido a pesar de que los costos de comerciar son relativamente más altos para los países del sur, tanto en sus relaciones con el sur como con el norte. La existencia de aranceles más altos y de otro tipo de restricciones menos transparentes, además de las falencias en infraestructura, explican los mayores costos.
[1] Véase visualización “Comerciando horizontalmente”.
[2] Las definiciones sur y norte están basadas en la Clasificación Estándar de Países de Naciones Unidas. El norte comprende los países desarrollados, incluyendo Japón en Asia, Canadá y Estados Unidos en Norte América, Australia y Nueva Zelanda en Oceanía, y Europa. El sur abarca Asia en desarrollo (incluyendo Medio Oriente), América Latina y el Caribe, y África.