YouTube, creado en 2005 y de propiedad de Google desde 2006, es la principal plataforma para subir y compartir videos a nivel mundial, con 4.000 millones de reproducciones diarias y 800 millones de usuarios únicos visitándola al mes. Además de ser uno de los sitios más visitados en Internet, como ya se ha mencionado es uno de los principales buscadores junto con Google y Twitter.

Al registrarse en YouTube, lo cual puede hacerse con el usuario de Gmail, se crea un canal para la publicación de los videos. Debido a la gran cantidad de pleitos que se han presentado alrededor del derecho de autor, YouTube ha establecido fuertes filtros para eliminar videos protegidos o inclusive limitar el servicio a los infractores, por lo cual se debe ser muy cuidadoso con los videos que se suben al canal.

Al subir un video, es fundamental asignarle el título, la descripción, la categoría, utilizar las etiquetas o tags (palabras claves que se vinculan al video) e inclusive georeferenciarlo para dónde fue grabado, con el fin de facilitar que el video sea fácilmente encontrado. A diferencia de un escrito, un video no puede ser “leído” por los motores de búsqueda, por lo que la única forma que un contenido audiovisual se vincule a una búsqueda es a través de las palabras que se asocien al video. Con el peso de YouTube como buscador -y siendo una propiedad de Google, lo que privilegia su contenido en los resultados de búsqueda- es fundamental el esfuerzo en dotar al video de un juego de palabras claro, preciso y completo.

Cuando a una persona le interesa un video de un canal puede seleccionarlo como favorito, suscribirse al canal para conocer sus actualizaciones o referenciarlo junto con videos de otros usuarios en una lista de reproducción. La interacción en YouTube se da a través de comentarios que los usuarios registrados pueden realizar a cada uno de los videos, o al canal en general cuando se es suscriptor.

Al igual que en las anteriores, esta red cuenta con herramientas para la publicación del contenido en otros medios. Un video puede ser fácilmente compartido fácilmente en Facebook o Twitter o incrustado o embebido en un sitio Web o un blog, evitando que el video tenga que ser subido una y otra vez en cada sitio y a su vez otorgando un control y registro estadístico centralizado; cada visualización del video será contabilizada sin importar desde donde sea visto.