Los legisladores son representantes de los ciudadanos y por eso no sólo es importante la rendición de cuentas de su trabajo desde el punto de vista de la lucha contra la corrupción, sino porque la acción de éstos y el cumplimiento de las expectativas de sus votantes son la razón fundamental para la que fueron elegidos, y por la que deben ser juzgados al momento de competir por ese puesto una vez más.

Con las tecnologías de la información y la comunicación disponibles, resulta anticuado y poco eficaz dejar el control del quehacer parlamentario en manos de especialistas y la prensa. Existen y se aplican en diversas partes del mundo, diversas formas de abrir los datos del parlamento que permiten a los ciudadanos y la sociedad civil monitorear los temas de su interés, conocer más sobre sus legisladores pero también generar aplicaciones y servicios sobre esos datos.

El primer y seguramente mayor tema de los parlamentos abiertos es la publicación de las leyes aprobadas, proyectos de ley en tratamiento y documentos asociados como transcripciones de las sesiones, metadatos de las votaciones, etc. Para esto existen estándares de datos como Akoma Ntoso, que contemplan la mayoría de los requerimientos para los datos manejados en los parlamentos y su publicación como datos y servicios abiertos.

Con datos y metadatos parlamentarios se han visto diversas y muy interesantes aplicaciones y herramientas que van desde indicadores sobre los legisladores hasta el análisis legal, pero también hay casos de éxito a nivel de la generación de valor económico en herramientas basadas en estos datos abiertos.

Un desafío para proyectos de este tipo se da en los países donde la legislación se encuentra bajo algún tipo de protección legal, como ser el copyright público o -en casos extremos- de las editoriales legales en contrato con el gobierno.